Vídeo: Alemany revoluciona el Metropolitano con sus primeras palabras

Alemany

Mateu Alemany inicia una nueva etapa en el Atlético de Madrid como Director de Fútbol Profesional Masculino y lo hace con declaraciones que muestran sus objetivos claros: apostar por un club de élite que compita en todas las competiciones. En sus primeras palabras como rojiblanco dejó claro que aceptó esta responsabilidad porque detecta un proyecto deportivo sólido, con un liderazgo capaz y con ambición por aspirar a lo máximo.

Alemany afirmó sentirse emocionado, pero también consciente del reto: “vengo a un club con responsabilidad, con expectativas y con una afición exigente”. Reconoció que, tras dejar el FC Barcelona, tenía claro que su próximo paso debía ser en un conjunto que pudiera soñar con “optar a todo”. El Atlético, en su visión, reúne esos ingredientes.


Proyecto deportivo, liderazgo y roles definidos

En su presentación verbal, Alemany hizo hincapié en que no se trata solo de un nombramiento: se trata de un engranaje más dentro de un organigrama en el que percibió carencias que pueden cubrirse con su perfil. Según él, el club entiende la necesidad de reforzar estructuras relacionadas con el mercado de fichajes, la coordinación del primer equipo y —muy especialmente— la gestión del fútbol base y del Atlético Madrileño.

Para Alemany, el papel del fútbol base es clave. En sus declaraciones ha dicho que todos los grandes equipos “siempre deben tener una aportación de jugadores que vienen de abajo”, y que esa es una área en la que él también centrará gran parte de su actividad. Además, alabó el trabajo de Fernando Torres al frente del filial: “tengo referencias excelentes de él como entrenador”, señaló, apuntando que el Atlético Madrileño será una responsabilidad que recibirá atención.

También destacó su capacidad como gestor: “soy muy exigente conmigo mismo; nunca pongo límites a mis objetivos”. Pero al mismo tiempo expresó que tiene plena consciencia de los rivales, de las limitaciones, pero que esa circunstancia no le hará renunciar al instinto competitivo.


Una trayectoria que avala su llegada

La llegada de Alemany al Atlético no es azarosa. El ejecutivo mallorquín cuenta con un historial extenso en clubes como Mallorca, Valencia y Barcelona, donde en muchas ocasiones ha asumido roles decisivos en negociaciones, planificación, reducciones presupuestarias y gestión deportiva de alto nivel. En el Barça, por ejemplo, tuvo que lidiar con restricciones económicas y negociar con inteligencia para mantener un nivel competitivo.

Su perfil aporta experiencia y versatilidad para asumir un puesto con múltiples frentes: fichajes, cantera, coordinación con cuerpo técnico, optimización de recursos. En el club rojiblanco se espera que su llegada ayude a reafirmar al Atlético como uno de los “grandes de Europa”, con capacidad para competir a nivel nacional e internacional.

La llegada de Alemany al Atlético representa una apuesta fuerte por profesionalizar aún más la estructura deportiva y consolidar un proyecto con visión a medio y largo plazo. Desde el primer momento, se mostró consciente de la magnitud del reto, pero también optimista ante lo que puede aportar.

Al referirse al papel de Diego Simeone, el directivo dejó claro que contempla al entrenador como un pilar fundamental del proyecto: “Si estoy aquí es porque veo un proyecto con un gran líder como Simeone”. Esa alianza entre la dirección deportiva y el cuerpo técnico será esencial para definir decisiones deportivas, fichajes y planificación.

Alemany asumirá tareas que van más allá del primer equipo: tendrá responsabilidad sobre el Atlético Madrileño y la Academia, en coordinación con quienes ya desarrollan funciones en esas áreas. Su enfoque será equilibrar la gestión deportiva con la atención al talento joven, asegurando que el crecimiento del club no se base solo en fichajes, sino también en el desarrollo interno.

Además, el contexto institucional también influye. Su nombramiento llega en una fase en la que el club proyecta reforzar su estructura deportiva, al tiempo que busca mantener competitividad en LaLiga, competiciones europeas y fortalecer su identidad. La capacidad de Alemany para gestionar con restricciones presupuestarias y extraer valor ha sido una de las razones por las que su llegada despierta expectativa.

Para los aficionados, su discurso representa certeza y ambición: no se trata de promesas vacías, sino de un compromiso basado en trayectoria, exigencia profesional y visión estratégica. Si cumple con sus objetivos, podría marcar un antes y un después en el camino del Atlético hacia esa “élite europea” que ambiciona.

Aunque quedan muchas incógnitas por resolver —cómo se articularán decisiones con otros directivos, cómo se negociarán los fichajes, qué peso efectivo tendrá respecto a Bucero o la presidencia—, lo cierto es que los primeros mensajes de Alemany reflejan ambición, claridad de funciones y confianza en lo que aún puede construirse en el Metropolitano.

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